Los niveles de aplicación tienen que ser sumamente altos para maximizar el crecimiento y a la vez asegurar una buena asimilación en tanto maíz para grano como los cultivos destinados a ensilaje.
No obstante, demasiado nitrógeno puede estimular a un excesivo desarrollo foliar, así aumentando la relación entre hoja/tallo y el grano, dando como resultado una baja en el contenido de almidón y las cosechas en general pueden sufrir.